Los niños tienen la mala costumbre de no pedir permiso para empezar a aprender.

Para diseño de situaciones didácticas Campo Formativo "Lenguaje y comunicación"

La Dra. Emilia Ferreiro destaca que el proceso de alfabetización inicial tiene como componentes: la forma de alfabetizar que se elija, la madurez-interés de cada niña/o y, la conceptualización del objeto.

Enfoque psicolingüístico

La psicología del lenguaje hace hincapié en las operaciones cognitivas que permiten al niño reconocer el significado de las palabras escritas y aquellas que intervienen en el proceso de interpretación de la escritura. Además, sostiene que estas operaciones se adquieren mediante la instrucción directa de las mismas por parte de un adulto. La didáctica que se deriva de este enfoque considera que la mediación oral debe ser estimulada por la enseñanza formal, por eso la vía fonológica debe ser desarrollada para lograr un adecuado aprendizaje de la lectura. Por esto, se deben desarrollar habilidades muy específicas como la conciencia fonológica y la conversión grafema-fonema en un contexto motivador para el niño. El logro de estas habilidades requiere de la instrucción formal a diferencia del aprendizaje del lenguaje oral que el niño adquiere previamente

SITUACIÓN DIDÁCTICA

CICLO ESCOLAR 2010-2011.

GRUPO: PREESCOLAR III

EDUCADORA: SARA VEGA OLASCOAGA

SITUACIÒN DIDÀCTICA: Elaboración de cartas para una situación especifica que este viviendo el grupo”

Campo Formativo

Lenguaje y comunicación.

Aspecto

Lenguaje escrito.

Objetivo y/o Competencia

Que los niños expresen gráficamente las ideas que quiera expresar y las verbalice para construir un texto con la ayuda de alguien

Conocimientos Previos

ü ¿Como le hacemos para decirle a Gaby que la extrañamos?

ü Escribir las posibles respuestas que surjan del grupo.

ü Mostrare y leeré una carta que me envió una tía.

Presentar la opción de escribir una carta y recuperar los conocimientos previos que tiene de la carta.

Secuencias Didácticas

ü Los niños investigaran con ayuda de los padres, en casa o en una biblioteca las características que tiene una carta.

ü Recuperar los conocimientos previos que aporten los niños, de dicha actividad.

ü ¿Qué le escribimos a Gaby, por dónde comenzamos?

ü Elegir el formato en que se enviará la carta y la forma de hacerla llegar.

Evaluación

ü ¿A ti a quien te gustaría escribirle una carta?

ü Los niños y las niñas participarán montando una exposición en el filtro del CENDI, de las cartas elaboradas y la información recopilada durante la investigación.

Materiales didácticos

ü Cartas, hojas de papel de colores, etc.

Tiempo

ü Dos semanas

sábado, 1 de diciembre de 2012

Detección de necesidades afectivo-emocionales en el niño

“El desarrollo de la sociabilidad, el autoconcepto en el niño y la observación en el proceso de crianza”


¿Cuáles son los factores que afectan al apego?
Los estudios nos muestran que los bebés que poseen apego seguro suelen tener madres amables, receptivas, que no molestan ni maltratan a sus hijos. Sin embargo, los niños inseguros son hijos de madres que carecen de todas o algunas de estas cualidades. En líneas generales podemos hablar de cuatro grandes factores que inciden en la formación del apego:

Calidad de la crianza. La teoría etológica manifiesta que los bebés criados en familias cuyos padres son insensibles a las demandas y necesidades del niño suelen desarrollar un apego inseguro. Un cuidado maternal extremadamente inadecuado puede suponer un potente predictor de desordenes en el establecimiento del apego. Ainsworth y colaboradores observaron que los niños con apego seguro tenían madres que en los primeros meses de vida respondían rápidamente al lloro del bebé e intentaban adaptar su conducta a la de su hijo. Sin embargo, los niños con apego inseguro (evitante, resistente y desorganizado/desorientado) solían tener madres que evitaban el contacto físico con su hijo y se comportaban de manera rutinaria en las interacciones cara a cara típicas del cuidado de todo bebé. Además, en las familias donde la ansiedad es la característica predominante del entorno, las madres suelen ser más insensibles y, por tanto, aumenta la frecuencia del apego inseguro.

Características del niño. Existen estudios que relacionan los partos complicados, niños prematuros, enfermedades en los primeros meses e incluso el temperamento del niño con problemas en el establecimiento del vínculo afectivo del niño. Los niños extremadamente difíciles (lloran todo el día y se muestran irritables con mucha frecuencia) suelen provocar ansiedad en la madre y esto hace que sea más complicado el establecimiento del lazo afectivo. Sin embargo, si los padres tienen recursos afectivos, sociales y cognitivos adecuados para manejar el difícil temperamento del bebé o la enfermedad del mismo, puede no haber excesivos problemas a la hora de desarrollar el apego.

Por tanto, un temperamento difícil del niño no tiene por qué provocar un apego inseguro; depende de cómo los padres ajusten de manera armoniosa su conducta a la del bebé.

¿Qué se manifiesta en la forma de interacción del cuidador que afecta la calidad del apego del bebé?
Las influencias biológicas y ambientales afectan conjuntamente al desarrollo de las relaciones de apego.
La capacidad de reaccionar con sensibilidad es el factor más importante en la calidad del cuidado para fomentar el desarrollo de sanas relaciones de apego.
Una rica comunicación entre el cuidador y el niño favorece el desarrollo cognitivo y lingüístico
Y puede ayudar a reducir la incidencia de dificultades en el desarrollo sucesivo


¿Cuál es la relación entre el apego y el desarrollo de la personalidad posterior en el niño?

Las relaciones de apego seguras constituyen un factor de protección, pues reducen el riesgo de resultados negativos del desarrollo durante el resto de la niñez y preparan a los niños para convertirse a su vez en padres competentes.
La separación de los niños de sus cuidadores y las interrupciones o el desorden en las primeras relaciones de apego pueden tener serias consecuencias negativas para el desarrollo del niño.
Si no se interviene, las dificultades en las relaciones de apego pueden perpetuarse de generación en generación

Las relaciones de apego son fundamentales para el desarrollo social y emocional.
Es importante tomar conciencia de la compleja interrelación de los factores que influyen en el desarrollo psicológico y del hecho de que es imposible predecir con certeza cómo determinadas experiencias podrán afectar a un niño en particular
.

¿Qué consecuencias en el desarrollo emocional tiene un bebé que carece de cuidados?

La falta de una relación afectuosa y positiva con los padres, el apego inseguro y la vigilancia y participación inadecuadas en el cuidado de los niños puede incrementar sensiblemente el riesgo de que éstos manifiesten problemas de conducta y emotivos
Los cuidados parentales de baja calidad y el apego inseguro en la primera infancia están íntimamente relacionados entre sí y con la incidencia de desórdenes en la esfera emotiva y la conducta durante la niñez y la adolescencia.
Una disciplina dura e inconstante durante la primera infancia interfiere con el desarrollo por parte del niño de destrezas sociales positivas y autocontrol.
Si no se interviene, los problemas de conducta de los niños pequeños pueden aumentar vertiginosamente, convirtiéndose en • La separación de una figura de apego constituye potencialmente un grave trauma para el niño y puede acarrear serias consecuencias.
El suministro de un cuidado alternativo apropiado puede mitigar los peores efectos de las separaciones.
A menos que exista el riesgo evidente de que el niño sufra daños, el objetivo debería consistir en apoyar a los padres para que proporcionen a sus hijos cuidados de calidad adecuada. Dificultades mucho más serias durante la adolescencia.

El desorden en las relaciones de apego constituye un significativo factor de riesgo respecto a serios trastornos de conducta y salud mental durante el resto de la niñez y la adolescencia.
El desorden en las relaciones de apego es mucho más frecuente en las familias que viven en la pobreza y cuando el cuidado parental se caracteriza por ser hostil, invasivo, intimidatorio o abusivo.
Las intervenciones tempranas, concentradas de modo inequívoco en el cuidado afectuoso y sensible, pueden reducir la incidencia del desorden en las relaciones de apego.

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